viernes, 4 de abril de 2014

Reseñas Cineblog: “El talento de Mr. Ripley” y “A pleno sol”

Filmoteca Regional de Murcia,  9 & 10 de Abril

“El talento de Mr. Ripley” (Anthony Minghella, 1999)
“A pleno sol” (René Clément, 1960)


La novelista tejana Patricia Highsmith publicó ‘El talento de Mr. Ripley’ en 1955, inspirándose en un viaje por Europa que se había costeado con el dinero de la adaptación al cine de su primera novela: ‘Extraños en un tren’ (llevada a cabo por Alfred Hitchcock en 1951). Solo cinco años después, el reputado director francés René Clément (“Juegos prohibidos”, 1952) se puso al frente de “A pleno sol”, coproducción franco-italiana que capta a la perfección la relatividad y la decadencia moral de la novela original. Un perturbador y elegante thriller con un excelente Alain Delon (que saltó a la fama gracias a este film, el mismo año que protagonizó otra obra maestra: “Rocco y sus hermanos” de Luchino Visconti) y una agobiante atmósfera en la que los personajes se mueven con imperturbable desdén. Anthony Minghella, a pesar de haber ganado un Oscar por “El paciente inglés” (1996), no era René Clément; ni tampoco Matt Damon podía acercarse a la exuberancia de Alain Delon; pero aún así “El talento de Mr. Ripley” se reveló como un sólido drama criminal en el que las apariencias, la mentira, la realidad y la ficción funcionan como caldo de cultivo para unos personajes que rozan la sociopatía.

Tom Ripley (Alain Delon & Matt Damon) es un joven cazafortunas estadounidense que es enviado por el millonario señor Greenleaf a buscar a su descarrido hijo a Europa, a cambio de 5.000 dólares. Tom entablará amistad con Philippe (Maurice Ronet & Jude Law), el descreído hijo, revelándole su misión y logrando simplemente largas del joven playboy. Philippe tiene una novia en Italia, Marge (Marie Laforêt & Gwyneth Paltrow), a la que no quiere abandonar, por lo que nunca volverá con Tom a los EE.UU. Cuando el padre de Philippe decide que ha pasado ya demasiado tiempo y que retira su oferta de los 5.000 dólares, Tom llegará más lejos asesinando a su ‘amigo’. Después suplantará su identidad y comenzará a moverse por los círculos por los que solía moverse Philippe.

Todo es encantador en el film de Clément, no sé si es la nostalgia de un tiempo en el que se hacía cine de otra manera, pero lo cierto es que la banda sonora de Nino Rota (responsable de partituras tan tarareadas como las de “Fellini 8½”, 1963, o “El Padrino”, 1972) es una pieza genial creadora de suspense; la fotografía cegadora de Henri Decaë es inolvidable y la atractiva puesta en escena del maestro es moderna e inquietante. Las comparaciones son odiosas, pero es lo que tienes si decides dirigir “El talento de Mr. Ripley”, en la que los actores se llevan la mejor parte (estupendos secundarios como Cate Blanchett, Philip Seymour Hoffman o Philip Baker Hall dan más lustre a los efectivos trabajos de los protagonistas) de un film rodado simplemente con corrección (eso si con un equipo técnico y artístico de primera). En fin, dos películas entretenidas, con las que pasar un buen rato, pero solo una de ellas es una obra mayor.
           
- Para amantes del cine negro más atípico.

- No pierdan el tiempo los que no estén interesados en la condición humana.